domingo, 22 de diciembre de 2013

Encuentro en la Playa

Como cada día estaba escribiendo en mi habitación, buscaba algo que me diese alguna idea, algo, no se por muy pequeño que fuese, algo. Tenía que acabar el libro en 2 semanas y todavía no tenía nada. Ni una idea, nada!!!!. La mente en blanco. Decidí salir a la calle para ver si así me despejaba y me inspiraba. Vagué durante no sé cuantas horas por las calles de mi ciudad y sin saber cómo, ni cuando me encontré en la playa. Absorto en mis pensamientos caminaba por ella sin fijarme en nada... Bueno si me fije, en ella. Estaba jugueteando con unas conchas.


 La verdad era la chica más guapa que había visto en mucho tiempo (toda mi vida). Me quede absorto viendo como su pelo grácil era mecido por la brisa. Como aquel rubio celestial cambiaba de tonalidad para convertirse en un rojo roble. Yo creí que estaba viendo visiones, pero no. No era así. Mire a mí alrededor para ver si alguien más había visto lo mismo que yo.

Fue entonces cuando me di cuenta que estaba solo y que el sol se había ocultado lentamente dando paso a la oscuridad. Pero a ella la daba igual. Seguía allí cogiendo conchas, las miraba, luego cogía otra la arrullaba en su regazo como si fuera un niño, y no lo importaba nada. Yo de mientras allí parado como una estatua sin saber qué hacer... Si acercarme o quedarme quieto observando aquella maravilla de la naturaleza.

Pasaron varios minutos o quizás fuesen horas, no lo sé pues había perdido la noción del tiempo. Y decidí por fin acercarme a ella. Di un paso y luego otro, hasta situarme a escasos 2 metros de ella. Fue entonces cuando se percató de mi presencia. Se levantó y me miró con aquellos ojos intensos y penetrantes, que irradiaban miedo.

- Per...perdo...- No puede acabar la frase ya que salió corriendo hacia la orilla introduciéndose en el mar. Yo la seguí corriendo gritando - ¡No lo hagas!, ¡A dónde vas!, ¡No quiero hacerte daño!¡espera! - Pero ella parecía que no me hacia caso y se introdujo más y más hasta desaparecer en las profundidades. Cuando me quise dar cuenta de la situación en la que me encontraba yo, ya no había remedio. Con el agua al cuello. Intente ganar la orilla pero la fuerte resaca reinante me introducía mar adentro.. Lo último que recuerdo es el frío del mar, un túnel de oscuridad y una luz al final de ella. Una luz que irradiaba calidez y paz. Y una voz en mi interior que decía - Todavía no ha llegado tu hora...

Cuando desperté, estaba en una habitación de hospital...

- Como he llegado hasta aquí? - pregunté conmocionado y desorientado.

- Te trajo esta bella chica que está  aquí sentada a su lado. - y señalo al otro lado de la cama donde estaba ella. Era ella. La misma de la playa.

-Pe..pe..- no me dejo acabar la frase me apoyo un dedo suavemente en mis labios.

- Ahora duerme y descansa, lo necesitas. - Su voz sonaba sensual y tranquilizadora. A lo cual yo no me pude resistir al extraño sopor que me invadió y me quede dormido.


Esa fue la última vez que la vi. Ahora todas las noches voy a la misma playa esperando encontrarla de nuevo. A encontrar a mi amor perdido. Se que algún día volverá y mientras yo la esperare aquí en la playa. El lugar de encuentro. Sé que volverá y aquí estaré yo. Por los siglos de los siglos esperando el retorno......


Licencia de Creative Commons
Encuentro en la playa by Gabriel Pérez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-CompartirIgual 4.0 Internacional License.